¿Qué debe saber antes de tomar la decisión de renunciar al trabajo sin tener otro? En resumen saber ahorrar y aprovechar oportunidades. Por más loca que le parezca la idea de renunciar sin tener otro trabajo, hay personas que lo hacen, yo por ejemplo lo hice y no me arrepiento.
Soy periodista y hasta hace un tiempo tenía un trabajo estable ejerciendo mi carrera, un periodismo un poco diferente al que me enseñaron en la universidad, pero al fin y al cabo periodismo.
En mi trabajo yo me hacía mi horario, tenía teletrabajo varios días a la semana, unos jefes flexibles que confiaban en mí y me dejaban probar y experimentar con proyectos. Además tenía a los mejores compañeros de trabajo.
Yo tenía un trabajo bonito, muy demandante en tiempo y responsabilidades como todos los trabajos, pero en un buen ambiente y rodeada de gente linda. Suena al trabajo perfecto ¿cierto?, ¿por qué renuncié?.
Me tomó un tiempo darme cuenta de que estaba en una zona de confort, tenía mis funciones controladas. Así que, a pesar de todo lo bueno y estable, me comencé a sentir un poco incompleta, como me dijo un amigo, estaba en una zona de confort que no era confortable.
Sabía que necesitaba un cambio pero ¿cómo iba a renunciar a mi trabajo estable sin tener otro?, ¿sin una noción clara de cómo obtener ingresos?. A como está el mercado y la situación actual, ¿quién va hacer algo así?, ¿cuántos periodistas desearían tener el trabajo que yo tenía?.
Y por muchos meses mejor me quedé en la zona de confort, tranquila y sin hacer loco.
Yo siempre había querido emprender, pero como no me habían despedido no tenía el detonante. Todos los emprendimientos que conocía hasta el momento empezaban con la historia de: cuando me despidieron…
Esa era mi situación hasta que mis papás me dieron la noticia de que cerrarían el negocio familiar. Me impresionó mucho la tranquilidad con la que estaban enfrentando una situación que los iba a sacar de golpe de su zona de confort: quedarse sin negocio.
Mis papás que rondan los 60 años asumiendo retos y yo en mis 30’s jugando a lo estable y sin riesgos. Así fue como la idea de renunciar comenzó a estar presente en mi mente, al punto en que comencé a prepararme mental y económicamente.
Dado que no me iban a despedir, yo misma me fabriqué mi propio detonante y un día dije: renuncio para ayudar a mi familia en el proceso de cierre de la empresa, tomé la decisión y redacté la carta de renuncia.
Consejos para renunciar al trabajo sin tener otro
La carta de renuncia anduvo en mi bolso una semana y yo no me animaba a presentarla, me ponía excusas a mí misma y decía: hoy no, el jefe se ve muy ocupado, voy a terminar esto y luego voy, mejor mañana.
Sentía miedo de arrepentirme y ansiedad del qué dirán porque yo parecía muy feliz en el trabajo (y lo fui), siempre mostré buena actitud, creo que nadie sospechaba de mi zona de confort no confortable (ni siquiera yo estaba consciente) y sabía que la noticia los iba a sorprender.
También sabía que me podrían hacer propuestas para quedarme y uff… eso me daba mucho miedo. Tenía temor de que la estabilidad y el miedo al cambio ganarán y me hicieran echarme para atrás en la decisión.
Unos 15 días después de haber redactado la carta, me armé de valor y renuncié.
Si planean renunciar acá les dejo tres consejos para que ese proceso sea sano y productivo.
Una decisión pensada, no impulsiva
Que la decisión de renunciar no sea por un conflicto o enojo con un compañero o jefe; renunciar no debe ser algo impulsivo que hagamos en un momento de enojo o angustia. Todo lo contrario, es una decisión que se toma después de mucho análisis de los pros y los contras, de lo que es mejor para nosotros, de lo que nos hace felices para que así no nos vayamos a arrepentir.
No más gastos innecesarios
Si decidió renunciar y no tiene un trabajo, es importante tener ahorros, usted no va tener ingresos por los próximos uno, dos o tres meses y deberá con esos ahorros cubrir sus gastos.
Hablando de gastos, es importante disminuir las salidas de efectivo porque esa plata que se gasta no se va a recuperar. En mi caso, yo recorté mis salidas a comer, al cine, compra de ropa y comida innecesaria.
Tampoco digo que vivan en escasez y privándose de todo. No se trata de eso, sino de ser controlado y consciente de que esa salida de efectivo no se va a recuperar.
En mi caso, como me gusta cocinar, las salidas a comer, las cambié por experimentar en la cocina, y las salidas al cine, por noches de películas en la casa.
Lo que sí eliminé del todo fueron las compras de cosas como ropa, zapatos, cremas, perfumes. Muchas de las compras las hacía para darme un gusto después de las trabajadas y el estrés y muchas de esas cosas que compraba en realidad no las necesitaba.
Encontrar su ikigai
Ahora que tiene tiempo comience a explorar sus gustos y habilidades, dedíquele tiempo a esa actividad que ha querido hacer pero que no ha hecho por falta de tiempo. Puede que encuentre nuevas oportunidades profesionales.
Los japoneses se refieren al ikigai como la razón de la felicidad, eso por lo cual nos levantamos todos los días y es clave para ser felices en la vida y en el trabajo.
El ikigai se asocia con la longevidad y se puede resumir como nuestro propósito en la vida y es una combinación entre lo que amamos hacer, lo que hacemos bien, lo que el mundo necesita y por lo que nos pueden pagar.
En mi caso descubrí que mi ikigai es conectar personas y que a partir de ahí puedan resolver problemas, compartir experiencias, aprender y hacer negocios. Buscando mi ikigai nació Historiería que se dedica a conectar empresas y personas por medio de contenido utilizando storytelling.
Busque trabajo entre su red de contactos
Si busca cambiar de puesto o empresa, cuéntele a sus amigos, conocidos o colegas que está en busca de trabajo, las redes de contactos son muy poderosas y útiles para encontrar oportunidades de trabajo y hasta de negocios. Es como tener más ojos pendientes de posibles oportunidades para usted.
Deje el ego de lado, no tenga miedo del qué dirán, sea honesto, eso sí tenga sus objetivos claros sobre lo que quiere y no quiere de un trabajo, comuníquelo a los contactos y verá como ellos lo tendrán presente en recomendaciones y ofertas laborales.
Les cuento esta historia porque forma parte del cómo nació Historiería. Cuando renuncié, Historiería no existía, ni siquiera era una idea o un plan y actualmente es un emprendimiento que jamás hubiera nacido sino hubiese sido porque me animé a renunciar al trabajo sin tener otro.
Hola, soy Yajaira.
Dirijo Historiería, una empresa que ayuda a empresas y emprendedores a contar historias y crear contenido que les ayude a vender.